Los trabajadores del agro tienen una excelente herramienta para la lucha: la Ley Orgánica del Trabajo, las Trabajadoras y los Trabajadores (Lottt), que ratifica la igualdad de los trabajadores del campo y la ciudad, mejora el marco legal y rompe definitivamente con rémoras de tipo semifeudal que se habían preservado por muchos años.
Hacer valer los derechos ha sido siempre algo difícil para los trabajadores rurales, ahora con elementos legales que dan igualdad debemos entrar al mundo de la lucha sindical promoviendo organizaciones que fortalezcan la conciencia de clase.
Valoramos tres puntos resaltantes de la Lottt: 1) Se crean condiciones para luchar contra las relaciones pre capitalistas
y capitalistas en el campo al reconocer igualdad de derechos; 2) Esto genera la necesidad de la sindicalización de los trabajadores rurales para defenderse legalmente; 3) Se visibiliza la importancia del trabajador agrícola en el desarrollo del país en lucha contra el capitalismo.
Una clase obrera y un campesinado organizados, conscientes de sus derechos, son fundamentales para salir de la dependencia junto a la tecnificación del campo; son determinantes en un país que posee un bajo porcentaje de población rural, ya que al no contar con suficiente fuerza de trabajo, la producción agrícola debe ser mecanizada, actuando entonces como un motor para la industrialización, que precisa maquinarias, implementos, equipos, insumos a ser producidos de forma masiva.
Las organizaciones rurales tienen una herramienta de lucha importante en la Lottt para movilizar ese sector de la sociedad y modificar las relaciones de producción, pero estos cambios no se dan solo por una ley, son consecuencia de las transformaciones materiales y de las luchas que desde años se vienen librando, y habrá que librar en el futuro, para conquistar mejores condiciones de vida, en las que los sindicatos y consejos campesinos jugaran un papel complementario.
Por Pedro Rosas.
Tomado de: correo del Orinoco, nº 994. Pag. 20. 13/06/2012
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