martes, 7 de febrero de 2023

Venezuela no podrá salir del atraso, subdesarrollo y dependencia sin un impetuoso desarrollo de sus fuerzas productivas.

Lenin
“Sólo una gran industria mecanizada, capaz de reorganizar también la agricultura, puede ser base material del socialismo”.  

Lenin


I.- Venezuela sigue presa de la división internacional del trabajo impuesta por los feudales españoles y renovada bajo el imperialismo norteamericano. 

Las costas, islas y tierras de lo que es hoy Venezuela sufrieron el impacto de un verdadero holocausto de profundas y duraderas repercusiones nacionales, regionales e internacionales. Las hordas católicas del feudalismo español (también alemán, holandés y otros) destruyeron las estructuras locales de las sociedades de “comunismo primitivo”[1] imponiendo un sistema de dominio fundamentado en la exportación de materias primas y recursos naturales hacia el naciente imperio español. El historiador Arturo Cardozo señala que lo que Venezuela le ordenaron exportar a la metrópoli española fue cacao, tabaco, cueros, añil y algunos frutos. “La conexión de las provincias venezolanas con el mercado mundial se inició con el descubrimiento de los ostrales en las islas de Cubagua y Margarita...Venezuela fue moldeando una economía de exportación orientada por el capitalismo comercial en expansión”[2].

Rafael Enciso nos señala que en el siglo XVI los banqueros alemanes Belzer cazaban indígenas venezolanos para venderlos como esclavos en las Antillas. El resultado fue un sistema híbrido esclavista-feudal por su naturaleza interna y periférico dependiente por su relación con la economía-mundo[3]. La propia naturaleza feudal precapitalista de este régimen le impidió proceder a su propia acumulación de capital requerida para el salto socio-tecnológico llamado “revolución industrial”. Las riquezas extraídas de nuestro suelo sirvieron al enriquecimiento desmedido de una aristocracia clerical-militar parasitaria española y, sobre todo, a comenzar el proceso de acumulación en las ciudades de la Liga Hanseática, Inglaterra, algunos reinos germánicos y otras zonas del norte de Europa. Marx dice que la “colonización de América” dio “al comercio…a la industria un empuje jamás conocido, atizando con ello el elemento revolucionario que se escondía en el seno de la sociedad feudal en descomposición”[4]. Venezuela tuvo tan poco interés para el Imperio español que entregó el monopolio de su comercio exterior de riquezas agrícolas hacia España a una compañía privada de piratas y esclavistas llamada “Compañía Guipuzcoana de Caracas”. Lo que fue común bajo el imperio, ese si capitalista, británico con las Compañías privadas de las Indias occidentales y orientales, fue en el caso venezolano durante la metrópoli la excepción que confirmaba el escaso interés del conquistador español por nuestras tierras ya que evidentemente no podía apreciar el petróleo, gas y mineral de hierro entre otros minerales y metales escondidos en nuestro subsuelo. 

II.- Colonialismo petrolero bajo el imperialismo norteamericano.

El imperialismo es una amenaza latente para el mundo.
Venezuela, toda América Latina y todo el Tercer Mundo cayeron bajo el imperialismo que, como explica Lenin[5], es una etapa particular de capitalismo caracterizado por ser capitalismo monopolista, capitalismo parasitario y capitalismo agonizante. El monopolio se caracteriza por enorme concentración de la producción y conquista de las fuentes de materias primas por los trusts y la oligarquía financiera con base en los países del centro imperialista. 

El dominio imperialista sobre Venezuela tuvo dos fases: 

1.- El control de las materias primas (petróleo, oro, mineral de hierro y otros minerales) por monopolios europeos y norteamericanos que lucharon entre ellos hasta que se impusieron los segundos, sobre todo con la ayuda del partido Acción democrática (AD). 

2.- Manteniendo el control sobre los recursos naturales poner bajo control de los monopolios norteamericanos todos los sectores de la industria manufacturera a partir del derrocamiento del gobierno de Medina Angarita por el mencionado partido AD en 1945. A finales de 1958 se imponen plenamente estos monopolios tras el “pacto de Nueva York” auspiciado por Rockefeller y firmado por los partidos AD, URD y COPEI y Venezuela pasa a ser una completa colonia petrolera, industrial, cultural, política y social de los EEUU. 

El petróleo se convierte en una materia prima fundamental y su control en Venezuela abre la disputa entre el grupo norteamericano de Rockefeller y Morgan y los grupos British Petroleum y Royal Duch Shell. En 1928 Venezuela se convierte en el primer exportador mundial de petroleo[6]. En 1933 de unas exportaciones totales de 613 millones de bolívares de entonces, al petróleo le corresponde 553 millones[7]. El 87 % de esta exportación es “petróleo crudo”, es decir materia prima sin ninguna transformación que es transformada en los centros del imperialismo. El gasoil, es decir, petróleo sometido a un proceso de refinamiento, era nada mas que el 2 y medio de la exportación. Lamentablemente en 2011 Venezuela sigue exportando fundamentalmente petróleo sin refinar según lo declara a la Asamblea Nacional el ministro Rafael Ramírez ya que nuestras refinerías sirven para abastecer al consumo interno muy a menudo despilfarrador siguiendo el modelo norteamericano. 

La obsesión insana de los conquistadores españoles, el oro, también es extraído para ser exportado: en 1937 el país exportó 20 millones de bolívares de oro de un total de 871 millones de bolívares en exportaciones. No sólo el petróleo sino también las exportaciones de oro estaban en manos de compañías imperialista: la New Goldfields controlaba el 60 % de nuestras exportaciones estando el 40 % en manos de ingleses, franceses o estadounidenses[8]. Las exportaciones agropecuarias de la época colonial y del primer siglo de nuestra independencia van cayendo asolando la agricultura dominada por el latifundio. 

Acosta Saignes emplea exactamente los mismos términos en 1938 para describir Venezuela que los que emplea Mao Zedong en diciembre de 1939 para describir la China de ese momento: semicolonial “porque la independencia económica es un mito ante el capital imperialista que agarrota la libre concurrencia” y semifeudal “por el régimen de la tierra”[9] (es decir el latifundismo). Mao, por su parte, dice que “China se ha transformado paso a paso en un país semicolonial y semifeudal”[10]. Las compañías petroleras se convierten en nuevos latifundistas improductivos agrícolamente por las inmensas concesiones que reciben de manos del tirano Gómez: por ejemplo la filial de la Royal Dutch Shell, la Colon Development, poseía en 1913 una concesión en el Distrito Colon, Estado Zulia, de nada menos que 840 mil hectáreas[11]. El colonialismo y luego, el imperialismo se esfuerzan en el subdesarrollo de nuestras fuerzas productivas. Dos ejemplos: el Imperio español prohibió que cultivásemos vid, olivo y lino, la cría del gusano de seda para obligarnos a su importación[12]; la Shell consigue el derecho a refinar el petróleo no en Venezuela sino en la vecina isla de Curazao, colonia holandesa, aunque Brito Figueroa dice con humor que es una colonia de la Royal Dutch Shell[13]. La conversión de nuestro país en colonia petrolera destruyó la agricultura aumentando el hambre en el pueblo y la destrucción del campesinado. Por ejemplo la producción de maíz pasó de 361 millones de toneladas en 1937 a 236 millones en 1954 lo que significó que si en 1937 Venezuela producía 58 kg de maíz por habitante, en 1955 producía solo 18 kg[14]. 

Pozo petrolero venezolano
Es incorrecto decir que el petróleo es el “excremento del diablo” como decía Pérez Alonso[15] y una maldición para el país. La maldición ha sido el sometimiento al sistema imperialista que ha humillado, saqueado, oprimido y subyugado a nuestro pueblo de manera absolutamente desvergonzada y cruel. El dirigente de los obreros petroleros en los años 30 Jesús Faría recuerda que “los capataces extranjeros insultaban a los peones y hasta les propinaban golpiza a trabajadores “nativos”, en particular a los venezolanos negros”[16]. Recuerda como los obreros petroleros morían de paludismo y malos tratos “por la noche y durante el día”[17]. En 1964 la esperanza de vida del trabajador urbano venezolano es inferior a los 45 años[18]. Países petroleros de línea independiente o revolucionarios han empleado el petróleo para el desarrollo social, la construcción de la independencia nacional, la industrialización general y la creación de una sociedad sin clases formada por trabajadores. El ejemplo mas hermoso es la Unión Soviética socialista que nacionalizó el petróleo en manos hasta 1917 de grandes capitalistas rusos y, sobre todo, extranjeros. El socialismo soviético desarrollo al máximo la industria petrolera, construyó gasoductos y oleoductos por todo el país y hacia la comunidad socialista y empleó estos hidrocarburos en desarrollar la industria agrícola, química, textilera, mecánica, de transporte, de construcción y otras. El dirigente soviético Nikolai Tijonov recordaba que la URSS producía al año el 20 % del consumo mundial de combustible y para el Undécimo Plan Quinquenal la extracción de petróleo alcanzó 390 millones de toneladas[19].

La negativa de la burguesía venezolana a convertirse en burguesía nacional tras la breve experiencia del gobierno de Medina Angarita y su determinación de convertirse en burguesía compradora al servicio de los monopolios imperialistas ha construido un tejido industrial débil incapaz de asegurar la soberanía económica, dependiente de las importaciones de materias primas y maquinaria, del pago de patentes y de una notable penetración de monopolios imperialistas que repatrian la plusvalía de su actividad en un proceso continuo de descapitalización. La burguesía venezolana prefiere sacar sus capitales del país a paraísos fiscales (islas Caimán, bancos suizos...) y cuentas en países imperialistas antes que invertirlos en la industria. Todavía en el año 2000 la familia Machado Zuloaga vendió la Electricidad de Caracas y Corporación EDC a la norteamericana AES Corporation. Sobre la fuga de capitales robados al Tesoro público y a los ahorristas privados venezolanos de 1958 a 1998 por la burguesía en el poder Mario Sanoja estima una cifra de 120 mil millones de dólares y Fidel Castro de 300 mil millones de dólares con los que “Venezuela podría estar mas industrializada que Suecia y su pueblo tener la educación de aquel país”[20]. Y la fuga de capitales no se detiene: la ONG Global Financial Integrity señala que del año 2000 al 2008 se han fugado de Venezuela 157.000 millones de dólares. Nuestra industria cada vez mas debilitada nos somete a una crisis crónica y permanente. Como dice el PCV “el énfasis fundamental de la economía se ha puesto en la redistribución de la renta petrolera”[21] y no en la creación de una verdadera industria soberana y productiva. 

La debilidad y dependencia de la actual industria manufacturera venezolana se patentiza en varios indicadores: 

- El control de nuestro principal sector que es la fabricación de alimentos y bebidas por multinacionales extranjeras como Pepsi Cola, Coca Cola, Kraft, Cargill, Nestlé, Heinz, Plumrose, Bimbo y Brhama 

- El monopolio en el sector tabaco ejercido por la British American Tobacco y la Altria-Philip Morris 

- El monopolio en el importante sector automóvil por las multinacionales General Motors, Ford, Chrysler, Mitsubishi, Toyota e Iveco. 

- La influencia determinante en el sector impresión de la multinacional norteamericana RR.Donnelley mediante su filial Moore, principal empresa del sector. 

- La influencia determinante en el sector madera y corcho del grupo Masisa de capital suizo. 

- La influencia determinante en el subsector del cartón de las multinacionales norteamericanas Jefferson-Smurfit y Kimberly-Clarck. 

- La influencia determinante en el subsector farmacéutico de multinacionales como Pfizer, Monsanto, Hoffman La Roche, Bayer, Sanofi-Aventis, Novartis. Meyer y otras. 

- La influencia determinante en el subsector del plástico de multinacionales como Colgate-Palmolive, Dar, Dow Chemical, Andover, Maggie Paul, Shell, Husky, Basf y otras. 

- La gran influencia en el sector de minerales no metálicos de las multinacionales Inveca Pittsburg, Guardian y Rhodia Silices. 

- El monopolio en el subsector del caucho de multinacionales como Bridgestone-Firestone, Goodyear y Pirelli. 

- El brutal retroceso del sector textil de un 1635 % entre 1988 y 2009 lo que ha conllevado la destrucción de miles de empleos y la precarización de otros miles. Sólo en el estado Aragua trabajaban en los años 80 20 mil obreros industriales textileros y en 2007 sólo trabajan mil. Con respecto a la precarización este sector mantienen 12.307 obreros industriales pero 42.463 obreros y obreras que trabajan a domicilio. En el sector confección esta situación es peor ya que para 14.837 empleos industriales que devengan salarios y beneficios sociales existen 161.895 empleos a domicilio precarios, inestables, sin beneficios y peor pagados. 

- El subdesarrollo de fabricación de artículos y de sectores importantes como la fabricación de tubos de acero para la industria petrolera, de maquinaria y equipo que además en el 2009 ha retrocedido en un 32,1% según el Banco central de Venezuela, de equipos de transporte, de maquinaria y aparatos eléctricos donde trabajan únicamente 7.117 trabajadores e incluso de aparatos de TV que nuestro pueblo consume en abundancia. 

- El aumento de la importación de bienes industriales. 

- El progresivo cierre de empresas industriales. Si, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en 2000 son estas empresas 8.431, en 2004 descienden a 6.309 lo que provoca la consiguiente perdida de empleo 

- El poco personal empleado en el sector manufacturero con respecto al total de la población económicamente activa. Si en 2001 la población económicamente activa es de 23.232.553 personas, en 2004 los trabajadores del sector manufacturero son únicamente 322.907, mientras que en 1960 eran 278.000 para una población de 7.493.760 habitantes[22]. Otros destacamentos de la clase obrera venezolana son los mineros, pescadores, el proletariado agrícola, los que trabajan en PDVSA, Pequiven, empresas básicas, electricidad y agua pueden ser cien mil,del sector de la construcción que pueden llegar a ser cientos de miles, el proletariado del sector servicios (transporte, comunicaciones, puertos, comercio, buhonería, bancos, seguros, turismo, restauración, limpieza, …), lo que Brito Figueroa llama “el subproletariado urbano”.. 

- La gran dependencia con respecto a la industria petrolera que aporta el 50 % de la recaudación fiscal y el 95 % del ingreso de divisas del país[23]. 

- El mayoritario control por el sector privado de esta débil industria . El sector privado burgués produce el 70 % del PIB nacional con sus diversas actividades: industria, comercio, bancos, seguros,agricultura, ganadería, minería. 

III.- Construir la base teórica del desarrollo industrial venezolano bajo los parámetros del Marxismo-Leninismo. 

Proponemos estos puntos para elaborar el programa del desarrollo industrial de Venezuela: 

Tenemos que construir las bases teóricas
 del desarrollo industrial venezolano bajo
  los parámetros del Marxismo - Leninismo
- Partir de considerar que estamos en la fase inicial de la etapa que el profesor Ramón Losada Aldana llama “Estado Democrático Nacional”, el profesor Mario Sanoja Obdiente llama la “fase actual de liberación nacional ya que implica romper con los mecanismos de dominación imperial”[24] y los comunistas chinos llaman “Estado de Nueva Democracia”[25] que pugna por romper con el capitalismo dependiente y atrasado para conquistar la independencia nacional y sentar las bases de la futura construcción socialista. 

- Asumir una visión científica y no idealista con respecto al desarrollo de las fuerzas productivas para construir una industria nacional pesada bajo liderazgo del Estado y subordinando la empresa privada a los planes de desarrollo industrial. Hay que rechazar las concepciones anticomunistas que leen de manera sesgada la experiencia soviética para criticar la industrialización bajo liderazgo del Estado. Afirman que allí se construyó un “capitalismo de Estado” y que, en oposición, hay que construir una economía basada en la microempresa y cooperativas a pequeña escala completamente inviables que se convierten en maquilas del sector privado pero bajo la coartada de ser “economía social en manos de los trabajadores, la comunidad y el pueblo”[26]. Insisten mucho en afirmar sin demostrar el “fracaso de las economías del socialismo realmente existente...el fracaso de las formas de socialismo de mercado”[27] para encubrir una propuesta pequeño burguesa e inviable. La concepción del “desarrollo endógeno integral y autosustentable”[28] que no se apoya en una industrialización acelerada ni es endógeno ni autosustentable y nos obliga a depender ad eternis de las importaciones. La concepción que asocia la “industrialización del país” a la “modernización capitalista” para estigmatizarla y rechazarla, en realidad sustenta la economía petrolera dependiente atrasada. Estas ideas confusas han conducido a la “ausencia de un plan industrializador coherente y articulado de los esfuerzos productivos del Estado en su conjunto”[29]

- Tener claro, como dice el economista Jesús Faría (hijo del dirigente sindical comunista al que hemos hecho referencia en el capítulo II), que hay que “diversificar y modernizar la economía...modificar radicalmente la estructura productiva...jamás podremos construir el socialismo sobre la base de una economía petrolera...La industrialización constituye el corazón de la estrategia económica de la transición al socialismo”[30]. Como dice el Pleno del Comité Central del Partido Comunista de Venezuela (PCV) de enero 2011 hay que construir “la base productiva de sustentabilidad de un nuevo modelo económico, que nos permita sentar las bases para el paso del capitalismo al socialismo”. 

- Fundamentarse en la Planificación central democrática para industrializar el país mediante planes que establezcan formas de intervención pública, objetivos, recursos y plazos y movilice a la clase obrera y campesina, a los profesionales y técnicos patriotas y con conciencia de clase, a los productores privados y al Estado. 

- Estudiar la experiencia de países hermanos del Tercer Mundo que han conseguido desarrollar su país sobre la base de la industrialización nacional: las experiencias fundamentales de la Unión Soviética y China bajo dirección comunista que han marcado profundamente la experiencia de un conjunto de países independientes como Argelia, Libia, Siria, Irak, Egipto, India, Mongolia, Yugoslavia, Rumanía y otras; las experiencias de desarrollo nacional en América Latina como las de México, Brasil y Argentina. Hay que considerar que “el socialismo únicamente puede ser construido sobre la base de la gran producción mecanizada en todas las ramas de la economía nacional”[31]. 

- En Venezuela la industrialización se propone estos objetivos: 1.- salir del atraso y la dependencia, de la pobreza y la desigualdad y construir la independencia económica, 2.- sentar las bases de la futura construcción socialista, 3.- Reordenar las clases sociales, es decir, debilitar a la burguesía parasitaria importadora tanto la privada como la burocrática y construir una nueva clase obrera, numerosa, cohesionada, altamente cualificada, bien organizada y politizada que se convierta en el motor social del proceso de cambios. 

IV.- Construir popular y nacionalmente el programa político para la industrialización e independencia en la vía al socialismo. 

La vía de la industrialización es la vía del desarrollo de las fuerzas productivas y debe fundamentarse en las potencialidades nacionales: el control estatal de los hidrocarburos, las empresas básicas, la posibilidad de crédito, un gobierno de orientación patriótica antiimperialista y nuevas alianzas internacionales que nos aporten tecnología, los insumos que aún no podemos producir, economía de escala y mercado para nuestros productos sin depender del sistema imperialista que nos ha saqueado y hundido en la miseria. La industrialización depende fundamentalmente de la voluntad política del país, de su dirección y de su pueblo. Esta voluntad emana de un análisis político claro sobre la vía para salir del atraso y la dependencia y construir un país independiente en el camino al socialismo que es, a su vez, una fase hacia la construcción plena de la sociedad sin clases, el comunismo. Es también, no nos engañemos, el fruto de la lucha de clases entre los sectores burgueses que prefieren seguir manteniendo una economía importadora de puerto y los sectores patriotas que entienden que si no se “siembra el petróleo” el país entero no es sustentable. La claridad en el análisis político debe convertirse en una propuesta de planificación industrial dirigida por el estado en alianza con la clase obrera y campesina, la intelectualidad progresista y los sectores burgueses interesados en desarrollar la industria que aunque son pequeños y débiles, existen. 


Por: Mikel Koba, sociólogo
Marzo, 2011.
III Seminario de Economía Política.

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Referencias:

[1] Sobre el concepto de “comunismo primitivo” leer el capítulo correspondiente del libro del antropólogo venezolano Mario Sanoja Obediente El humanismo socialista venezolano del siglo XXI. 

[2] Arturo Cardozo, Proceso histórico de Venezuela, Tomo I, Caracas, 1985, p. 384. 

[3] Véanse las 3 obras del sociólogo Immanuel Wallerstein sobre “El moderno sistema mundial”. 

[4] Marx y Engels, Manifiesto del Partido Comunista, UBV, 2006, p. 18. 

[5] Ver su artículo “El imperialismo y la escisión del socialismo” extractado en el folleto Acerca del imperialismo norteamericano, Agencia Novosti, Moscú, 1983. 

[6] Michel Collon, Les 7 pechés d'Hugo Chavez, Investig'Action, Bruselas, 2009, p.178. 

[7] Miguel Acosta Saignes, Latifundio, obra escrita clandestinamente en 1938 y reeditada por el Perro y la Rana en 2009, pagina 37. 

[8] Ídem, pagina 45. 

[9] Ídem, p. 36. 

[10] Mao Zedong, La Revolución china y el Partido comunista de China, publicado en 1976 en las obras escogidas de Mao de Editorial de Lenguas extranjeras, Beijing y colocado en internet http://www.marxists.org/espanol/mao/CRCCP39s.html

[11] Federico Brito Figueroa, Historia económica y social de Venezuela, Tomo II, UCV, 1986, p. 371. 

[12] Lo señala el historiador Arturo Cardozo en la página 387 de la obra que hemos citado en la nota 1 

[13] Historia económica y social... op.cit., p. 376. 

[14] Idem, p. 496. 

[15] Juan Pablo Pérez Alonso, Hundiéndonos en el excremento del diablo, El Perro y la Rana, Caracas, 2009. 

[16] Jesús Faría, “Mi línea no cambia, es hasta la muerte”, Caracas, 2007, p. 39. 

[17] Idem, p. 54. 

[18] Historia económica y social...op.cit.,p. 536 

[19] Nikolai Tijonov, La economía soviética, Novosti, 1983. 

[20] Fidel Castro-Ignacio Ramonet, Cien Horas con Fidel, Oficina de Publicaciones del Consejo de Estado, La Habana, Cuba, 2006, p. 580. 

[21] Declaración del Pleno de su CC realizado en enero de 2011 en http://www.aporrea.org/actualidad/n173168.html

[22] Datos de la Universidad de los Andes-Instituto de Investigaciones económicas y sociales. 

[23] Jesús Faría, La economía política de la transición al Socialismo, Caracas, 2009, p.64. 

[24] El humanismo socialista...op.cit.,p. 96. 

[25] Mao dice que la primera etapa de la revolución “consiste transformar esa sociedad colonial, semicolonial y semifeudal en una sociedad democrática independiente”. Ver libro de Mao Sobre la Nueva Democracia escrito en enero de 1940 http://www.marx2mao.com/M2M(SP)/Mao(SP)/ND40s.html Nos parece pertinente considerar que Venezuela está en una etapa similar 

[26] Víctor Álvarez R., Venezuela ¿Hacia donde va el modelo productivo? CIM, 2009, Caracas, p.193. 

[27] Haiman El Troudi-Juan Carlos Monedero, Empresas de Producción Social, CIM, 2006, p. 199. 

[28] El Libro Rojo. Documentos fundamentales del PSUV, p. 48. 

[29] Jesús Faría, La economía...op.cit.,p. 68 

[30] Ídem, p. 65 y 67. 

[31] Nikitin, Manual de economía política, Akal, Madrid, 1985. p. 234.

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